Separando la ficción y la realidad
Mito 1: si ya has tenido la COVID-19, no necesitas vacunarte
Aún no está claro por cuánto tiempo se está protegido de la COVID-19 después de una infección previa —lo que se conoce como inmunidad natural—. De hecho, «la evidencia preliminar sugiere que la inmunidad natural a la COVID-19 puede no durar mucho tiempo», explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Debido a esto, «se puede recomendar a las personas que se vacunen contra la COVID-19 aunque hayan contraído la enfermedad antes», afirma la agencia.
Mito 2: una vez que recibes la vacuna contra el coronavirus, eres inmune de por vida
Tampoco se sabe cuánto tiempo durará la inmunidad de una vacuna contra el coronavirus y si será necesario administrarla más de una vez, o incluso de forma regular, como la vacuna contra la gripe.
Por ahora, «tal vez deberíamos pensar en esto de la misma manera que en la vacuna contra el tétano, donde podrías necesitar un refuerzo» cada pocos años, dijo el Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Mito 3: puedes deshacerte de tu mascarilla después de vacunarte
La vacuna es una herramienta que puede ayudar a retrasar la propagación del coronavirus, pero se necesitarán otras para poner fin a la pandemia —como el uso de mascarillas, el distanciamiento social, el lavado de manos frecuente y las pruebas—.
Una razón: las autoridades sanitarias creen que se necesitarán varios meses para inocular a la mayoría de las personas que quieran recibir la vacuna contra el coronavirus.
Mito 4: las vacunas contienen el virus vivo que causa el coronavirus
Ninguna de las vacunas en etapa avanzada de desarrollo en EE.UU. contiene el virus vivo que causa la COVID-19, confirman los CDC. En cambio, las vacunas utilizan técnicas científicas para entrenar al cuerpo humano a reconocer y combatir el coronavirus, ya sea introduciendo una parte inofensiva del virus en el cuerpo o instruyéndolo para que produzca su propia defensa. Estas defensas son anticuerpos que serán usados para combatir el virus. Luego, el sistema inmunitario puede recrearlas en el futuro para defenderse.
Mito 5: las vacunas de ARNm pueden alterar tu ADN
El ARNm no afecta ni interactúa con nuestro ADN de ninguna manera», afirman los CDC. Lo que es más, después de que las células usan las instrucciones que el ARNm entrega —en el caso de las vacunas contra la COVID-19, las instrucciones son construir la proteína espiga característica del coronavirus para que el cuerpo pueda desarrollar una respuesta inmunitaria si alguna vez se encuentra con lo real— destruyen el ARNm.
Mito 6: no necesitas ambas dosis de las vacunas de dos dosis
Todas menos una de las vacunas en etapa avanzada de desarrollo requieren dos dosis que se administran con unas pocas semanas de diferencia. Y debido a que los expertos en salud no están seguros de si una dosis será lo suficientemente efectiva para prevenir la COVID-19 o un caso grave de la enfermedad, omitir la segunda inyección no es una buena idea. Como lo explican los CDC: La primera inyección empieza a generar protección; la segunda estimula esa protección y «es necesaria para alcanzar la máxima protección que ofrece la vacuna».
Mito 7: si te vacunaste contra la gripe este año, no necesitas la vacuna contra el coronavirus
Si bien la gripe y la COVID-19 comparten una lista similar de síntomas, son dos enfermedades diferentes, causadas por dos virus distintos. Entonces, con respecto a las vacunas, «no se trata de una u otra», explicó el Dr. Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID).